miércoles, 24 de octubre de 2012

LA LECTURA EFICAZ


Es el momento de buscar nuevas formas de aprender y de enseñar los contenidos básicos e instrumentales y a la vez de desarrollar la idea de «aprender a aprender». Surgen en el mercado pedagógico las llamadas «técnicas de estudio» para dar respuesta al fracaso escolar. Dentro de las técnicas siempre hay un apartado dedicado a la lectura de estudio que se explica (cómo hay que leer para aprender) pero no se ejercita a los alumnos en estos principios básicos de una buena lectura; de modo que se puede dar la paradoja de que los alumnos sepan cómo han de leer, pero no sepan leer. Se empieza a pensar que la llave de acceso a muchos aprendizajes y a la cultura es la lectura y que esta habilidad no está bien tratada metodológicamente en la escuela. 



Recomendamos la «lectura eficaz», cuyo objetivo básico es leer más y comprender mejor. Se diseñan una serie de actividades (juegos de lectura) encaminadas a desarrollar las habilidades implícitas en el acto lector: habilidad y discriminación visual, visión directa, indirecta, discriminación de letras, comprensión, vocabulario, estructuras morfosintácticas, memoria, hipótesis de significado, inferencias y se procura que el lector aproveche estas estrategias al enfrentarse a los diversos tipos de textos que tendrá que leer. Se trata de conseguir una lectura tan fluida y a la vez tan adaptada a cada tipo de texto y a cada situación, que al estudiante no le resulte enojoso leer, sino agradable, reconfortante. A todas estas técnicas, ya de por sí practicadas en un ambiente lúdico, se añaden otras de «animación de la lectura» que pretenden hacer de los alumnos «lectores activos y eficaces».

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